Privilegiar el movimiento y evitar el sedentarismo permite reducir el riesgo de problemas musculoesqueléticos y mejorar la calidad de vida. Con un plan personalizado, puedes adaptar la rutina de ejercicios a tus necesidades, para que, incluso, puedas seguir realizando actividad física luego de una lesión. ¡Sentirse bien es la meta!
El cuerpo humano está diseñado para el movimiento. Durante milenios, su esqueleto ha evolucionado para desplazarse con mayor eficiencia, cuenta con más de 600 músculos que sólo tienen sentido si se usan; y los órganos vitales, como el cerebro, corazón y pulmones, mejoran su rendimiento con el ejercicio.
Considerando la naturaleza de nuestro organismo, integrar la actividad física en el día a día no sólo nos permite honrar a nuestros ancestros cazadores y recolectores, sino que también, experimentar todos los beneficios que el movimiento nos entrega.
Ya sea para prevenir lesiones, como para agilizar su recuperación, ¡decir adiós al sedentarismo es esencial para un cuerpo sano!
¿Cómo ayuda la actividad física en la salud musculoesquelética?
El ejercicio es uno de los hábitos más importantes para promover una buena salud en cada etapa de la vida, ya que brinda vitalidad, independencia y agilidad.
Como explica el Dr. Juan José Pellegrini, Traumatólogo de la Clínica Andes Salud Puerto Montt, “mantenerse activo tiene muchísimos beneficios, sobre todo en personas que tienen trabajos más sedentarios, adultos mayores o en quienes sufren de dolores en zonas determinadas del cuerpo. El ejercicio es una gran terapia”.
Integrar la actividad física en la rutina diaria, puede ayudar a:
- Fortalecer músculos y huesos: unos músculos fuertes mejoran la estabilidad articular, ayudando a prevenir lesiones. Además, con ejercicios como caminar, correr o levantar peso, los huesos se vuelven más densos y resistentes.
- Mejorar la flexibilidad y el rango de movimiento: elongaciones regulares y ejercicios como yoga o pilates aumentan la elasticidad muscular. Esto permite que el cuerpo se mueva con mayor libertad y menos resistencia, reduciendo el riesgo de desgarros o contracturas.
- Optimizar el equilibrio y la coordinación: actividades como el entrenamiento funcional o simplemente caminar en superficies irregulares mejoran el control corporal. Esto es especialmente importante para evitar caídas, sobre todo en adultos mayores.
- Aumenta la conciencia corporal: la actividad física ayuda al cerebro a reconocer mejor la posición de cada parte del cuerpo. De esta forma, se evitan movimientos inesperados o inadecuados que causen lesiones.
¿Qué hacer para retomar el ejercicio después de una lesión?
Mantenerse activo luego de una lesión puede ayudar a acelerar la recuperación y fortalecer la zona afectada para que no se vuelva a dañar fácilmente.
En este sentido, el Dr. Pellegrini destaca que es importante adaptar los ejercicios a cada persona. “Hay que realizarlos de manera controlada y personalizada, idealmente con el apoyo de un kinesiólogo en una primera instancia. Luego, se puede continuar por cuenta propia o con un entrenador, una vez integrados bien los ejercicios”.
Considerando esto, antes de empezar el ejercicio físico posterior a una lesión, es clave:
- Tener el “visto bueno” del médico: antes de volver a entrenar, el tejido lesionado ya debe haberse recuperado lo suficiente. Un profesional puede indicar qué movimientos evitar y qué tipo de ejercicios son seguros en cada caso.
- Empezar con movimientos suaves y controlados: no hay que regresar con la misma intensidad de antes, sino que comenzar con movilidad, estiramientos suaves y ejercicios de bajo riesgo según el tipo de lesión.
- Reducir la carga e intensidad: es recomendable volver al entrenamiento a baja intensidad, y subirla progresivamente de forma controlada y guiado por un experto.
- Respetar los tiempos de descanso: es importante darle tiempo al cuerpo para adaptarse y repararse. Descansar no es perder tiempo, sino que es parte del progreso.
- No ignorar el dolor: en caso de dolor agudo, punzante o persistente, detenerse y consultar con el médico nuevamente, para replantear la estrategia de recuperación. Un poco de molestia puede ser normal en un comienzo, pero nunca debe doler como antes.
¡Recuerda! Si necesitas orientación para entrenar de manera segura, visítanos en Andes Salud, nuestros traumatólogos están aquí para ayudarte a prevenir y tratar cualquier lesión. Agenda tu hora en www.andessalud.cl ¡Te esperamos!