La visita al oftalmólogo puede ser uno de los chequeos médicos que más evadimos en nuestra agenda de controles periódicos. Muchas personas creen que si no presentan una alerta por sintomatología, no es necesario consultar regularmente. Pero como todo lo referente a cuidados y salud, sí es necesario acudir a este especialista regularmente.
La recomendación general es asistir al oftalmólogo en la edad adulta al menos una vez cada dos años, pero además si cumples con al menos uno de los factores que indicamos en la siguiente lista, tus visitas deberían aumentar de frecuencia.
Los especialistas recomiendan que los niños menores de tres años visiten a su oftalmólogo al menos una vez en este período. Sin embargo, en cuanto inicien el uso de pantallas, o el proceso de lectura, los controles deben aumentar al menos una vez cada dos años.
Además, si detecta cualquier sintomatología en niños de la detallada en los puntos anteriores, es necesario acudir de inmediato al especialista, y no abandonar los controles anuales.
Para los adultos sanos, de entre 20 y 40 años, se recomienda visitar a su oftalmólogo al menos una vez cada dos años, y ante cualquier manifestación extraña, aunque ésta desaparezca, es importante acudir a un control de emergencia.
Para los mayores de 40 años las visitas deben ser regulares al menos una vez por año, y si la persona tiene alguna enfermedad crónica relacionada con problemas de visión, como la diabetes, esto debe aumentar a 6 meses mínimo o según indique su doctor.
