maduras Al pasar más tiempo al aire libre y en contacto con la naturaleza, los meses de verano también implican mayor exposición a picaduras de insecto, como abejas y arañas. ¿Sabes cómo identificarlas y qué hacer en cada caso? Toma nota y sigue los consejos de nuestros especialistas de Andes Salud.
Las vacaciones nos regalan momentos entretenidos, instancias para el relajo y la oportunidad perfecta para compartir con la familia en lugares distintos a la ciudad, como campos, playas o bosques.
Con ello, también se hacen presentes los insectos típicos del verano y sus picaduras, las que pueden ocurrir como mecanismo de defensa o porque al picar, obtienen de nuestra sangre los nutrientes para mantenerse fuertes.
Las que pican, generalmente son las hembras, dado que su metabolismo aumenta con las altas temperaturas y están en búsqueda de fuentes de alimento para poder poner sus huevos.
«En el caso de los machos, buscan fuentes azucaradas, como flores, pero que también pueden estar en nuestras manos o piel, por ejemplo, cuando comemos un helado o al ponernos perfume”, explicó el Dr. Joseph Gómez, de la Unidad Medicina de Urgencia de Clínica Andes Salud El Loa
Los entornos rurales, que además cuentan con zonas con agua, como lagos o ríos, o en los que existe mayor presencia de animales, favorecen la proliferación de insectos que pueden picar al ser humano. Entre los más comunes de la temporada estival, están:
Son insectos polinizadores y sociables. Por lo general, no son agresivas y pican en defensa propia, por ejemplo, al ser pisadas o cuando se está demasiado cerca de su colmena.
Al picar, las abejas entierran su lanceta en la piel, generando ardor instantáneo, agudo y un leve aumento de volumen en la zona.
«Lo que debemos hacer, es retirarla lo antes posible con una pinza o con la uña desde la base, y nunca apretar el saco superior de la lanceta, ya que ahí está el veneno. Luego, lavar con agua y jabón, aplicar frío en la zona y administrar antihistamínicos y/o paracetamol en caso de que el dolor persista”, agregó el especialista.
Suelen sentirse atraídas por olores intensos como perfumes o factores solares con aromas dulces, comida, bebidas azucaradas y ropa de colores vivos. Al igual que las abejas, pican en defensa propia insertando su aguijón, sin embargo, lo conservan, lo que les permite picar más de una vez.
En los primeros momentos, aparecerá un dolor intenso, acompañado de enrojecimiento e hinchazón, que cesará como máximo a los 3 días.
«Es importante que, al ser picados, lavemos con agua bien fría y nos alejemos del sector, ya que en su veneno, la avispa inyecta feromonas que incitan a otras avispas a atacar. Si existe picor local, podemos tomar antihistamínicos y paracetamol para el dolor producto de la picadura”, explicó el especialista.
Generalmente, pueden esconderse en camas que no han sido ventiladas o en prendas de ropa que llevan mucho tiempo guardadas. La mordedura de las arañas pueden confundirse con picaduras de otros insectos, ya que generan efectos similares, como enrojecimiento, picazón, dolor e hinchazón.
Como indicó el Dr. Gómez, “las mordeduras de araña suelen ser inocuas, sin embargo, debemos prestar atención ante señales que puedan indicar que corresponde a la mordedura de araña de rincón».
Agregó «si no sabemos si se trata de picadura de araña, debemos limpiar la herida, agregar compresas frías y observar su evolución. Si existe dolor intenso, fiebre, sudoración, sensación de quemazón y la piel se torna de un color violáceo, hay que acudir de inmediato al Servicio de Urgencia más cercano”.
Son insectos muy pequeños, habitualmente presentes en animales o en jardines. Sus picaduras son protuberancias localizadas que aparecen en grupos de tres a cuatro, de color rojo intenso y producen muchísimo picor. Generalmente, desaparecen por sí solas al cabo de un día, máximo dos.
“En la mayoría de los casos, las picaduras de pulgas son inofensivas, sin embargo, al rascarnos, podemos generar una barrera de entrada a bacterias y como consecuencia, una infección. Si tenemos animales en casa, es importante mantener a raya las pulgas, para evitar complicaciones en ellos y en los demás integrantes de la casa”, señaló el médico.
Es común encontrarlas, sobre todo en bosques, suelos áridos o cerca de alimentos dulces, y la especie más común en Chile es la solenopsis gayi.
Aunque son insectos pacíficos, que no suelen atacar, cuentan con pequeñas mandíbulas que pellizcan la piel, y la reacción normal incluye una roncha roja con el centro blanco, picazón localizada y/o endurecimiento. Es recomendable lavar la zona con agua y jabón, aplicar compresas frías y administrar antihistamínicos si existe mucho picor.
Según aconsejó el especialista, “debemos evitar acercarnos a los hormigueros, ya que ellas son muy protectoras. También, es importante mantener limpias las zonas en donde almacenamos los alimentos, para no atraerlas”.
El Osca lata, popularmente conocido como coliguacho es una especie de tábano nativo de Chile, y está presente desde la región Metropolitana hasta la región de Los Lagos.
Miden hasta dos centímetros, son de color negro y pueden tener tonos anaranjados en su tórax. Las que pican para extraer sangre son las hembras, ya que la necesitan para producir sus huevos y los machos se alimentan de flores.
“La picadura del coliguacho puede ser dolorosa, generar un poco de ardor y ganas de rascarse. En general, no representa un peligro para las personas, a excepción de quienes tienen antecedentes de alergias por otros insectos y en esos casos hay que observar cómo evoluciona”, explicó el Dr. Gómez.
Ya que es difícil evitar el contacto con ellos por completo, es importante que tomemos algunas medidas de autocuidado para evitar las picaduras de insecto y las posibles complicaciones que puedan surgir en algunos casos.
En verano, recordemos:
Aunque el efecto de una picadura o mordedura de insecto puede variar de una persona a otra, la reacción inmediata y normal suele incluir enrojecimiento, picor y una pequeña inflamación, producto de las toxinas que los insectos introducen en la piel al picar.
Sin embargo y como agregó el especialista, “a lo que hay que poner especial atención, es a las reacciones alérgicas, también llamadas anafilaxias, ya que al intentar combatir los alérgenos de la picadura, sobre todo en las producidas por avispas o abejas, el sistema inmunitario puede actuar de forma intensa liberando histamina, y generar efectos adversos graves, o incluso, letales».
Un factor de riesgo, es el número de picaduras previas; a mayor cantidad, en intervalos cortos de tiempo, mayor es la posibilidad de presentar reacciones alérgicas.
Entre las señales de alerta a considerar para acudir al Servicio de Urgencia más cercano en caso de picadura de insecto, están:
Para que puedas disfrutar tus vacaciones de forma tranquila y segura, recuerda que en nuestra red de clínicas Andes Salud, contamos con Servicio de Urgencia con atención 24/7, para entregarte asistencia cuando lo necesites. ¡Estamos siempre contigo!
